
La contaminación plástica es un gran problema ambiental, pues no solo daña ecosistemas, sino que también afecta la salud de millones de personas. Por eso, te presentamos cinco terroríficos datos sobre los microplásticos que debes conocer.
A veces, la realidad sobrepasa los límites de cualquier película de terror, y este es el caso de la contaminación plástica, cuyas cifras son verdaderamente aterradoras por dos razones urgentes para atender.
La primera es la producción no regulada de plásticos de un solo uso, mientras que el segundo motivo es la falta de políticas públicas efectivas que regulen su producción, consumo y gestión al final de su vida útil.
Microplásticos: cómo afectan
Cuando hablamos de microplásticos y nano plásticos nos referimos a partículas con diámetro menor a 25 mm y a 1 micrómetro, respectivamente que provienen de los desechos de los plásticos de un solo uso, y que por sus dimensiones fácilmente pasan desapercibidas.

Parte del problema se encuentra en las dimensiones de estas partículas, pues por su tamaño milimétrico es difícil su control y es fácil que se esparzan a través del aire, la contaminación del suelo y de los océanos.
¿Qué causan los microplásticos?
Los microplásticos representan un grave riesgo tanto para el medio ambiente como para la salud humana. En los ecosistemas, estas diminutas partículas se infiltran en suelos, agua y atmósferas. Además, animales marinos y terrestres lo ingieren , lo que provoca bloqueos digestivos y una mayor vulnerabilidad frente a depredadores.

En la salud humana, los microplásticos pueden ingresar al organismo por ingestión, inhalación o incluso absorción dérmica, es decir al tocar objetos que los contengan. Una vez dentro, pueden provocar inflamación, estrés oxidativo, alteraciones en el sistema inmune, endocrino, digestivo o respiratorio, y transportar contaminantes como metales pesados.
Estos son los cinco datos terroríficos sobre la contaminación por microplásticos que debes conocer:
1 Los microplásticos pueden ser consumidos por las especies
De acuerdo con un estudio de la Universidad de Guanajuato publicado en 2024, se encontraron microplásticos en el tracto digestivo de 233 ejemplares de camarones para consumo en distintos supermercados de Guanajuato, de lo cual resultó que el 94.4% de los microplásticos encontrados en los camarones fueron filamentos asociados con la industria textil.

Sin embargo, este no es el único caso aterrador en animales, pues otro estudio de la Universidad de Aalborg en Dinamarca encontró que 10% del peso de una telaraña en un ambiente urban contiene microplásticos y la cantidad se puede incrementar si la telaraña se encuentra en estacionamientos cerrados como los de los centros comerciales.
Otro estudio de la Universidad Autónoma Metropolitana identificó microplásticos en heces de palomas que habitan en la CDMX. Los polímeros más frecuentes fueron poliestireno y polietileno. La ingestión de microplásticos por parte de estas aves, probablemente al confundirlos con alimento, alerta sobre los efectos nocivos de la contaminación plástica en la salud de la fauna silvestre y en la estabilidad de los ecosistemas urbanos.
2 Los microplásticos “ahogan” los océanos

De acuerdo con un informe de Oceana sobre la contaminación por plásticos en los océanos, cada año, cerca de 15 millones de kilogramos de residuos plásticos llegan a los océanos, acumulando un estimado de 1.8 billones de piezas de plástico, cifra que en superficie duplica el tamaño del estado de Texas.
3 Los microplásticos están en la saliva humana

Una investigación de la Universidad de Queens en Reino Unido, evaluó muestras de saliva tras masticar goma de mascar durante 1 hora y se encontró que la saliva albergada hasta 251 mil 244 piezas de nano y microplásticos con una concentración de 1 microgramo de partículas plásticas por mililitro de saliva.
4 Hay microplásticos en la sangre humana

Otro análisis de la Academia de Investigación del Medioambiente en China, publicado en Science Advances este 2025, demostró que los microplásticos pueden ingresar al torrente sanguíneo y desencadenar efectos neurotóxicos al ser fagocitados por células que luego bloquean capilares cerebrales.
La investigación reveló que en ratones, esta obstrucción provocó disminución del flujo sanguíneo y disfunciones neurológicas. Aunque los microplásticos no penetran directamente los tejidos, alteran la circulación y afectan el funcionamiento de órganos clave. El hallazgo subraya el riesgo potencial para la salud humana.
5 Tomar agua embotellada puede dañar tu salud

Según una investigación de la Universidad Concordia, una persona consume en promedio entre 39 y 52 mil partículas de microplásticos al año, cifra que podría superar las 90 mil partículas en quienes beben agua embotellada, ya que estas partículas pueden entrar al cuerpo durante la fabricación y almacenamiento de las botellas, y una vez dentro del cuerpo, pueden viajar por el torrente sanguíneo y depositarse en los órganos.
Los microplásticos ya no son una amenaza lejana sino que están en los suelos, en el agua, en el aire… y en nosotros. Alteran ecosistemas completos, bloquean nutrientes y desestabilizan cadenas alimentarias.
Cada firma cuenta para presionar a los líderes mundiales a adoptar un Tratado Global de Plásticos que limite la producción y consumo de plásticos de un solo uso. No esperes más, tu voz puede marcar la diferencia


