
Llegó esa época “mágica” del año, la temporada oficial de compras que planeaste durante meses. Sin embargo, lo que pocos saben es que esta “barata” costará mucho, tanto para tu salud como para la del planeta.
Las vitrinas y los sitios web nos bombardean con “ofertas imperdibles”, pero nunca mencionan el costo que no aparece en el ticket de compra. Desde Greenpeace te presentamos un panorama sobre las consecuencias del consumismo para el medio ambiente.
¿Cómo afecta el consumismo al medio ambiente?

De acuerdo con un reporte de varias universidades de Estados Unidos, publicado por C40 —una red de las principales ciudades del mundo que colaboran para combatir el cambio climático—, el consumo excesivo e innecesario genera hasta el 60% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero.
Otro informe, publicado en Nature Climate Change, revela que el 10% más rico del planeta es responsable de hasta el 43% del impacto ambiental total, 1% más rico contribuye 26 veces más a las olas de calor que deberían ocurrir solo una vez por siglo, y 17 veces más a las sequías en la Amazonía.
En Latinoamérica, el informe “El saqueo climático: cómo una poderosa minoría está llevando al mundo al desastre” indica que una persona del 0.1% más rico contamina más de 250 veces que alguien del 50% más pobre.
¿Qué tipos de consumo dañan más al medio ambiente?
Para fabricar esa camiseta que usarás dos veces o el celular que cambiarás en un año, se extraen masivamente minerales, petróleo, agua y madera. En todo este proceso quien menos contamina es quien más sufre las consecuencias.

Aunque no todas las compras son iguales en su nivel de impacto, pero estas son algunas de las más devastadoras:
- Ropa “fast fashion”: según datos de la UNCTAD, la industria del vestido usa cada año 93,000 millones de metros cúbicos de agua, suficiente para cubrir las necesidades de 5 millones de personas. Además, se vierten al mar más de 500,000 toneladas de microfibras, que dañan ecosistemas y biodiversidad marina.
- Tecnología con obsolescencia programada: muchos productos se diseñan para fallar justo cuando aparece el nuevo modelo, generando toneladas de residuos electrónicos altamente contaminantes.
- Calzado deportivo: de acuerdo con el Parlamento Europeo, el curtido de cuero requiere grandes cantidades de agua y químicos tóxicos. La industria textil es responsable de cerca del 20% de la contaminación del agua potable mundial.
- Plásticos de un solo uso: elaborados a partir del petróleo, estos productos constituyen una tercera parte de los desechos que generamos, según la ONU, y producen emisiones de gases de efecto invernadero durante todo su ciclo de vida.
Tips para evitar caer en el consumismo que daña al planeta

Si después de leer esto sientes un ligero remordimiento, aquí tienes una guía práctica de Greenpeace para consumir de forma consciente:
- Pregúntate: ¿lo necesito o solo lo quiero?
Antes de comprar, haz una pausa. Distingue entre necesidades reales y deseos creados por la publicidad.
- Elige calidad sobre cantidad y repara.
Compra menos, pero mejor. Opta por productos duraderos o reparables.
- Aplica la regla de las tres R:
Reducir, Reutilizar y Reciclar. Compra menos, da nueva vida a tus objetos y opta por opciones que no sean desechables, lo que no pudiste evitar recíclalo siempre que sea posible.
- Apoya marcas sostenibles.
Prefiere aquellas que usan materiales naturales, libres de tóxicos, procesos limpios o comercio justo. Y qué mejor si son locales.
- Reduce el consumo de carne.
Según el informe de Greenpeace Menos es más, los productos de origen animal generan hasta el 60 % de las emisiones relacionadas con los alimentos y causan el 80 % de la deforestación actual en algunos de los bosques más biodiversos del planeta.
El panorama puede parecer sombrío, pero el cambio es posible. El verdadero poder está en tus decisiones diarias: qué compras, cuánto consumes, a quién apoyas con tu dinero y qué exiges a las empresas y gobiernos para que actúen.
Al final del día, la mejor oferta no tiene descuento, pero su valor es incalculable. Súmate como voluntario de Greenpeace y ayuda a frenar el consumismo que destruye la Tierra.

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