–Las nuevas reglas permiten menos concentración de contaminantes en el aire que sus predecesoras, como ha exigido Greenpeace desde hace años

Ciudad de México, 28 de octubre de 2021.- Greenpeace México da la bienvenida a las nuevas Normas Oficiales Mexicanas (NOMs) en materia de salud ambiental NOM-025-SSA1-2021 y NOM-023-SSA1-2021 que regulan los máximos permisibles de material particulado PM10 y PM2.5  y Dióxido de Nitrógeno NO2 presentes en el aire y que ahora serán más estrictas para mejorar la protección a la salud de la población.

Después de tres años de trabajo conjunto con numerosas organizaciones y entidades de distintos niveles de gobierno de varias entidades, integrados en el Grupo de Trabajo de Actualización de las NOMs, este miércoles se publicaron en el Diario Oficial de la Federación las nuevas Normas, que garantizarán una mejor calidad del aire y por lo tanto una mejor protección a la salud humana, como ha insistido Greenpeace México, desde que inició sus labores en 1993.

Se trató de un proceso que no fue fácil, pues varias industrias, especialmente la minera, insistieron mucho en mantener las normas tan laxas como estaban, argumentando que era imposible cumplir mayores exigencias, so riesgo de perder miles de empleos, para así generar temor ante una hipotética grave crisis económica.

“Afortunadamente esta vez sí tuvieron más peso los argumentos ambientales y de salud, si bien la actualización no es inmediata, sino que será gradual en un periodo de 5 años, que comienzan a contar a partir del 27 de octubre de 2022, como señala el Artículo Segundo Transitorio de la NOM-025-SSA1-2021, referente al material particulado PM10 y PM2.5, aunque se trata de un avance importante”, advirtió Carlos Samayoa, coordinador de Ciudades Sustentables de Greenpeace México.

Recordó que la organización ha venido pugnando porque las Normas Oficiales Mexicanas que regulan el máximo de contaminantes permisibles en el aire se ajusten a los parámetros guía establecidos por  la Organización Mundial de la Salud (OMS) como seguros para la salud humana, pues hasta ahora las normas mexicanas superaban en gran medida esos umbrales. 

De este modo, la Norma Mexicana permitía una concentración de hasta 75 µg/m3 (microgramos por metro cúbico) de material particulado PM10  cada 24 horas y de 40µg/m3 anual del mismo contaminante, mientras la OMS recomendaba 50 y 20 microgramos, respectivamente.

En el caso del material particulado PM2.5 la Norma Mexicana aceptaba hasta ahora 45 µg/m3 y 12 µg/m3, mientras la OMS recomendaba 25 µg/m3 y 10 µg/m3, respectivamente.

De acuerdo a diversos estudios científicos, las partículas pueden llegar a la profundidad de los pulmones e incluso alcanzar el torrente sanguíneo, aumentando así la posibilidad de infartos al miocardio, asma agravada, reducción de la función pulmonar, entre otros efectos, más aún si se observa que de acuerdo a su propia red de monitoreo atmosférico, no ha habido un solo día de buena calidad del aire en esa zona en lo que va del año.

La nueva norma que se publica ahora, considera una disminución gradual de concentración de estos contaminantes, empezando por el primer año después de publicada la Norma, hasta llegar a los valores de la OMS en el quinto año. Esto es, a partir de 2022 comienza a hacerse más estricto, hasta llegar a los niveles recomendados en 2027.

Caso similar ocurre con la NOM- 023-SSA1-2021 referente a la concentración máxima permisible de Dióxido de Azufre NO2 que en el caso mexicano permitía hasta  395 µg/m3 de concentración por hora, contra los 200  µg/m3 por hora que recomienda la OMS.

Con la nueva Norma, los valores permitidos en México, serán iguales a los de la Organización Mundial de la Salud, aunque el Artículo Segundo Transitorio detalla que su entrada en vigor será a partir del 27 de octubre de 2022.

“El siguiente paso requiere también mucha vigilancia y exigencia para que los gobiernos e industrias implementen las medidas necesarias para reducir sus emisiones contaminantes, principalmente en el transporte y la industria, y así dar cumplimiento a estos nuevos estándares”, señaló Carlos Samayoa.

No obstante, recordó que si bien este es un primer paso, hace apenas unas semanas la OMS hizo aún más estrictos sus valores guías para garantizar cabalmente el derecho humano a la salud. Esto es, el avance logrado es bueno, pero todavía insuficiente en el camino hacia la justicia ambiental que hemos buscado como organización desde el inicio de su trabajo en México.