Alto a la minería submarina

Juntos y juntas, podemos proteger el corazón del océano.

Activistas de Greenpeace México despliegan una manta en el Hidden Gem con el mensaje "Destructor de los océanos".

La minería en aguas profundas es una nueva industria extractiva altamente destructiva que está a punto de iniciar en los océanos globales. Compañías mineras y sus aliados gubernamentales buscan utilizar métodos disruptivos y no aprobados en los fondos marinos del planeta para extraer nódulos polimetálicos que contienen minerales como el níquel y el cobalto, presentándolos como una solución necesaria para la transición de energía limpia del mundo.

red flags mineria submarina

Al igual que la minería en tierra, la minería en aguas profundas es extremadamente destructiva. Las empresas mineras no han demostrado que puedan operar de forma segura (o incluso puedan hacerlo).

Los nódulos que buscan extraer se formaron durante millones de años y son esenciales para la vida en las profundidades marinas. Una vez que se extraen, no pueden regenerarse, causando una interrupción grave en toda la cadena vital de la que dependen comunidades del Pacífico y del mundo.

Esta industria pone en riesgo especies en peligro de extinción, como las ballenas azules. Hay un empalme entre hábitat de cetáceos (como ballenas, delfines y marsopas) y sitios considerados para la minería en aguas profundas, especialmente en el Océano Pacífico. Las operaciones de minería submarina traerá contaminación lumínica y acústica, además de remover directamente el hábitat y organismos del fondo marino.

Para que los minerales que usamos actualmente se reutilicen de forma continua, evitando así la extracción innecesaria de más materia prima.

Para desarrollar baterías y tecnologías más eficientes que requieran menos minerales o usen materiales alternativos.

En lugar de llenar nuestras ciudades de autos, incluso eléctricos, necesitamos más y mejor transporte público, ciclovías y calles pensadas para caminar.

Mapa minería submarina

Aunque la minería comercial aún no está permitida por el derecho internacional, la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos (ISA) ya ha otorgado 31 contratos de exploración y pruebas, cubriendo más de 1.5 millones de km² del lecho marino.

La Zona Clarion-Clipperton (CCZ), una región rica en minerales, se ubica entre Hawái y México. Aunque en alta mar, está muy cerca de nuestra zona económica exclusiva.

Esto representa un riesgo directo para dos áreas marinas protegidas:

  • La Reserva de la Biosfera Pacífico Mexicano Profundo (a solo 144 km).
  • El Parque Nacional Revillagigedo, Patrimonio Natural de la Humanidad (a 290 km).

México tiene un papel clave en evitar que esta industria avance.

Desde Greenpeace México nos hemos puesto cara a cara con quienes pretenden destruir el fondo marino, después de diversas acciones y presión pública, conseguimos que en noviembre del 2023, México declarara su apoyo a una moratoria contra la minería submarina.

Esta lucha no ha terminado, México debe mantener su apoyo. A nivel internacional seguimos trabajando para sumar más oposición a nivel global para que la moratoria se haga realidad en 2025. Este será el siguiente paso para la prohibición total y absoluta de la industria. 

La minería en aguas profundas aún puede detenerse. Pero para lograrlo se necesita presión ciudadana, decisiones políticas valientes y una solidaridad global firme.

Voluntarios de Greenpeace en México crean una pancarta con forma de pulpo en Veracruz para denunciar el daño irreversible que la minería de aguas profundas causaría al fondo oceánico.

Gracias al donativo mensual de miles de personas, hemos podido mantener esta campaña por más de 20 años. En Greenpeace no aceptamos dinero de empresas, partidos políticos ni gobiernos. Nuestra fuerza viene de personas como tú. ¡Únete!

Exige que al Senado que ratifique el Tratado Global de los Océanos. Tu firma puede marcar la diferencia e impulsar la verdadera protección de los océanos.