La bolsa de plástico llegó al mundo en la década de los 60 con la promesa de hacer más fácil la vida de las personas. Años después, se convertiría en una de las más grandes amenazas medioambientales que enfrenta el planeta. De hecho, mientras lees estas líneas se está consumiendo el equivalente a casi 10 millones de bolsas de plástico a nivel mundial.
Su uso tan común hace que lleguen a tus manos fácilmente, incluso sin buscarlas. La mala noticia es que una bolsa de plástico de un solo uso tarda décadas (en el mejor de los casos) en degradarse. Además, su vida útil es efímera, en contraste con su permanencia como desecho, generando contaminación por años.
Están en todas partes
En las auditorías de marca que realizamos del 10 al 12 de junio en siete ciudades del país, pudimos constatar que si bien los residuos encontrados con más frecuencia en total de ciudades fueron las botellas de PET desechables y las tapas de polipropileno (de botellas de bebidas y otros productos), las bolsas no se quedaron atrás.
Leer Amenaza plástica: resultados de auditorías de marca en 7 ciudades mexicanas.
El caso de Monterrey es ilustrativo en este aspecto, ya que el tipo de residuos más encontrado en el río limpiado fueron justamente las bolsas plásticas (de Polietileno de Baja Densidad/PE-LD) con un total de 111 bolsas halladas. En Veracruz, el quinto tipo de plástico encontrado más frecuentemente en la playa visitada fue el PE-LD, con un total de 59 piezas halladas, dentro de las cuales se encontraron 23 bolsas.
Estos datos dan cuenta de cómo las bolsas plásticas siguen siendo uno de los residuos que más llegan a los ecosistemas mexicanos; de ahí la importancia de poner freno en su producción, comercialización y consumo.
Productos prohibidos
¿Sabías que las bolsas plásticas son el producto plástico de un solo uso más prohibido en las legislaciones estatales de nuestro país? De 29 estados con algún tipo de prohibición/regulación de plásticos, al menos 27 prohíben las bolsas.
Otros productos más prohibidos son los popotes (al menos 25 estados) y los artículos de unicel para uso en alimentos y bebidas (al menos 16 estados). Sin embargo, seguimos encontrando estos residuos en los ecosistemas mexicanos. El informe que publicamos el 8 de junio sobre residuos plásticos en Veracruz, nos invita a reflexionar sobre las áreas de oportunidad que tienen las prohibiciones locales, de modo que podamos asegurar que realmente funcionen en su objetivo de protección ambiental.
Consulta el reporte “Amenaza plástica: un problema en las costas veracruzanas”.
La industria del plástico ha mantenido una campaña constante para seguir colocando sus productos en el mercado a pesar de las prohibiciones, incluso algunos industriales u organizaciones vinculadas a estos han difundido información falsa alegando que las prohibiciones estaban detenidas o cuestionándolas públicamente.
¡Es momento de actuar!
Ante esto, es vital que las prohibiciones estatales de plásticos de un solo uso puedan fortalecerse para garantizar su correcta implementación mediante actividades de sensibilización a la población, de información a los comercios, empresas y restaurantes, y de firmeza de las autoridades y legisladores locales ante los intentos de la industria de echar para atrás dichas prohibiciones.
Ecosistemas, especies y comunidades se ven afectados por el uso indiscriminado de plásticos de un solo uso, y esta situación debe parar. El 3 de julio de cada año se celebra el Día Internacional Libre de Bolsas de Plástico como recordatorio de que nuestro planeta necesita deshacerse de ellas ahora.
Firma la petición para exigir a las y los diputados que se pronuncien a favor del planeta con la aprobación de reformas legislativas que prohíban los plásticos de un solo uso y que se regule todo su ciclo de vida, integrando a las empresas con responsabilidades claras. Necesitamos soluciones de raíz y no tenemos más tiempo.
¡Exijamos leyes que prohiban los plásticos de un solo uso! Las corporaciones evaden su responsabilidad porque no existe un marco que las regule. Desplastifiquemos México.