Cambio climático y energía

El clima está cambiando y la energía tiene todo que ver. Estamos ante una crisis que se puede evitar, pero solo si actuamos ahora.

Climate Emergency Action at the Australian Embassy in Buenos Aires. © Sebastian Pani / Greenpeace

¿Qué tiene que ver la energía con el cambio climático?

El cambio climático está transformando nuestro planeta. Se refiere a cambios duraderos en el clima —como el aumento de temperatura o la alteración de lluvias— causados por los gases de efecto invernadero (GEI) que atrapan el calor en la atmósfera.

Estos gases existen de forma natural, pero desde hace más de dos siglos su concentración ha crecido por actividades humanas, principalmente por la quema de combustibles fósiles como el petróleo, el gas y el carbón.

Hoy, esa fuente de energía es la principal causa del calentamiento global. Por eso, si queremos frenar la crisis climática, necesitamos transformar la forma en que generamos y consumimos energía.

Blockade of Shell's Harbour in Rotterdam. © Marten  van Dijl / Greenpeace

Actualmente, México sigue dependiendo de un modelo energético basado en hidrocarburos como el petróleo y el gas fósil (mal llamado gas natural). Este modelo es obsoleto y altamente contaminante. A pesar de que se presentan como soluciones, estos combustibles fósiles siguen siendo la principal causa del cambio climático.

En lugar de avanzar hacia un sistema limpio y justo, el país sigue impulsando megaproyectos fósiles que profundizan la crisis climática, cuando deberíamos ir justo en la dirección contraria.

Action against CO2 Storage in Hannover. © Michael Löwa / Greenpeace
© Michael Löwa / Greenpeace

Mantener los combustibles fósiles bajo tierra

El carbón, el petróleo y el gas son los principales responsables del cambio climático. Cuanto más se extraigan y quemen, más rápido se agrava la crisis. Dejar de invertir en ellos es el primer paso para una transición real.

Indio Hatuey Experimental Station in Cuba. © Alonso Crespo / Greenpeace
© Alonso Crespo / Greenpeace

Desarrollar modelos energéticos más justos

Uno de cada tres hogares en México no puede cubrir sus necesidades básicas de energía. Las renovables pueden resolver esta injusticia, pero enfrentan barreras económicas. Democratizar su acceso es clave para un modelo más justo y sustentable.

Mass Bike Ride for Clean Air in Cologne. © Bernd Arnold / Greenpeace
© Bernd Arnold / Greenpeace

Optar por un modelo de transporte sustentable

Nuestras ciudades priorizan el automóvil sobre la calidad de vida. Invertir en transporte público eléctrico, ciclovías e infraestructura peatonal reduce la demanda de combustibles, mejora el aire y hace las ciudades más habitables.

Action at Mayan Train Construction in Mexico. © Gustavo Graf / Greenpeace
© Gustavo Graf / Greenpeace

Proteger bosques y selvas

Las superficies forestales son cruciales en la lucha contra el cambio climático, conservarlos es una importante solución climática. La tala de bosques y selvas destruye ecosistemas que podrían estar absorbiendo enormes cantidades de carbono.

Waitrose Refill Station in Oxford. © Isabelle Povey / Greenpeace
© Isabelle Povey / Greenpeace

Consumir menos y mejor

Cada producto y servicio que usamos consume energía: desde la ropa, la comida o el transporte. Elegir aparatos eficientes, evitar el desperdicio y repensar nuestros hábitos de consumo reduce significativamente nuestro impacto climático.

Desde Greenpeace trabajamos para frenar la crisis climática desde sus causas, apoyar a las comunidades más afectadas y construir soluciones reales que beneficien a las personas y al planeta.

Projection Action at Thermoelectric Plant in Tula, Hidalgo. © Greenpeace / Pepe Rodríguez

Nos oponemos a proyectos como el gasoducto Puerta al Sureste y Saguaro, que buscan expandir el uso de gas fósil en México, amenazan ecosistemas marinos y se imponen sin consentimiento de los pueblos afectados.

Trabajamos de forma transversal para que el Gobierno de México adopte compromisos climáticos más ambiciosos.

Floods in Palangka Raya, Central Kalimantan. © Pram / Greenpeace
Toma área de las afectaciones de la comunidad El Bosque, en Tabasco, México.

El avance del cambio climático está forzando a miles de personas a abandonar sus hogares por sequías, inundaciones y pérdida de medios de vida. Exigimos políticas que atiendan las causas de raíz y protejan a las comunidades más vulnerables.

Klaogin River, Seremuk. © Alif R Nouddy Korua / Greenpeace

No tenemos que llegar a lo peor del cambio climático.
Podemos detenerlo, si dejamos los fósiles bajo tierra, protegemos la vida y transformamos la forma en que nos movemos, consumimos y generamos energía.
El futuro aún está en nuestras manos.

Aún estamos a tiempo de actuar.