México al grito de ¡Selva!

Protejamos la Selva Maya antes de que sea demasiado tarde.

Action at Mayan Train Construction in Mexico. © Paola Chiomante / Greenpeace

La Selva Maya es uno de los pulmones verdes más importantes de América. Se extiende por más de 14 millones de hectáreas entre México, Guatemala y Belice, y es el segundo bosque tropical más grande del continente, después del Amazonas.

Desde sus cenotes y ríos subterráneos —la mayor reserva de agua dulce de México— hasta sus árboles milenarios y especies en peligro como el jaguar, el tapir y el guacamayo rojo, la Selva Maya es un tesoro de vida que regula el clima, captura carbono y sustenta comunidades enteras.

Pero está en grave peligro.

Fotografía de tramo talado de la selva maya.

Los megaproyectos como el Tren Maya, están fragmentando la selva, desplazando comunidades y poniendo en riesgo a especies en peligro de extinción.

Fotografía de fraccionamiento en medio de la selva

El crecimiento descontrolado de desarrollos turísticos y residenciales está devastando la selva y afectando los recursos hídricos.

Fotografía aérea de granjas porcícolas en medio de la selva.

 Contaminan los cenotes y el agua subterránea con desechos fecales de miles de cerdos, afectan la salud de las comunidades y destruyen la selva.

Tres personas regando plaguicidas a cultivos de lechuga.

El uso masivo de agrotóxicos, la expansión de monocultivos y la deforestación amenazan la biodiversidad y la seguridad alimentaria.

Fotografía de un hotel

El turismo masivo, impulsado por proyectos como Xcaret y resorts todo incluido, está destruyendo ecosistemas costeros y acuíferos.


Fotografía aérea de sascabera en la selva maya.

 Las sascaberas deforestado cerca de 10 mil hectáreas de selva, impulsadas por el crecimiento inmobiliario, turismo masivo y megaproyectos.

Mining Extraction in the Mayan Jungle.
  • El 87% de la deforestación por el Tren Maya no tiene autorización legal.
  • Más de 285 mil hectáreas de selva perdidas entre 2019 y 2023.
  • Una deforestación diaria de 196 hectáreas, ¡28 veces el Estadio Azteca!
  • El Tren Maya ha talado más de 10 millones de árboles, el 87% sin autorización.

Necesitamos a todo México al grito de ¡Selva!

Desde 1999, Greenpeace México ha tejido alianzas relevantes en la Península de Yucatán y logrado cambios importantes, tales como prohibir la siembra de cultivos transgénicos, detener proyectos inmobiliarios y el cierre de granjas porcícolas. Ahora nos toca unirnos en defensa de la selva. 

Frente al modelo destructivo y devastador, hay soluciones esperanzadoras, posibles y empáticas con la gente y la biodiversidad de la región.

¿Qué exigimos?

  • Que se garantice la protección a largo plazo de la Selva Maya.
  • Que los gobiernos estatales y federal escuchen a las comunidades.
  • Que se abran espacios de diálogo entre organizaciones, expertos y pueblos originarios.
Desde 1999, Greenpeace México ha tejido alianzas relevantes en la Península de Yucatán y logrado cambios importantes, tales como prohibir la siembra de cultivos transgénicos, detener proyectos inmobiliarios y el cierre de granjas porcícolas. Ahora nos toca unirnos en defensa de la selva.  Frente al modelo destructivo y devastador, hay soluciones esperanzadoras, posibles y empáticas con la gente y la biodiversidad de la región.
Brown Howler Monkey in Brazil. © Kenny Ross / CC BY-SA 2.0
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Un documental sobre la resistencia, sabiduría y lucha de los pueblos que protegen el corazón verde de México.

Premiere of Documentary "Voices of the Mayan Jungle: a Struggle for Life" in Mexico. © Gustavo Graf / Greenpeace